Ya estamos acostumbrados a la avalancha de información de nuestra era. Con las plataformas sociales y blogs tenemos acceso a valiosos textos y documentos. Podemos ser autodidactas buscando temas de interés relevantes para nuestro oficio profesional o preferencias personales.
Ahora, con las nuevas profesiones (Community Managers, especialistas SEO, editores de contenido...) se buscan perfiles que tengan una buena base comunicativa y de redacción, o al menos así debería ser. Las marcas contratan a empresas especializadas que dispongan de este tipo de trabajadores para gestionar su negocio en el Social Media. Todo el mundo quiere, y realmente todo el mundo debe, estar en Internet.
El problema viene cuando los profesionales del sector, ávidos por aprender y asimilar todo lo que se cuece en la red, (especialmente en twitter y blogs), se topan con los super expertos del Social Media, comúnmente llamados gurús.
Estos gurús se dividen en dos, los que saben y los que tienen suerte. Los primeros se dedican a proporcionar herramientas y conocimientos que te aportan valía en tu trabajo diario. Hay muchos. Los segundos son los que se dedican a tuitear y retuitear a los primeros, y cuando escriben lo hacen muy bien, pero sin decir nada, son humo. Desgraciadamente, son más que los primeros, y desgraciadamente, ganan terreno en este mundo online.
Ahí es donde hay que tener cuidado, pues ahí es donde podemos meter la pata. Estos falsos gurús expertos en Social Media, que se pasan el día tuiteando noticias de otros y hablan en sus blogs sobre estrategias, maneras de tener éxito, pecados que no debes cometer, objetivos que tienes que seguir etc, no sólo venden humo, sino que se creen importantes, quitando toda relevancia a nuevos "brotes" que tienen mucho que aportar. Si acaso los mencionan alguna vez (siempre que antes hayan hecho una referencia a ellos en algún artículo propio).
Estos "expertos" sólo hablan entre ellos y se enlazan continuamente. No leen a los demás. Y los demás tienen mucho que decir, que aprender, y también que enseñar. Porque a nadie se le escapa que este mundo es nuevo y queda mucho (o todo) por hacer. Y lo bueno del Social Media es que todos cabemos. Aprovechemos la buena disposición a compartir y a ser educados que hay, la creatividad abunda y las ganas de colaborar también. Estamos en un mar lleno de peces, y no son los grandes los que tienen que dirigir a los pequeños.
No todo tiene valor, hay que prestar mucha atención para distinguir algo que nos sirva de lo que no, pues ejecutar una mala estrategia o soluciones erróneas por haber hecho caso sin pensarlo, nos puede llevar a una crisis.
Es importante saber diferenciar el buen contenido, pues es lo que se busca online: crear contenidos de valor. Si observáis mucho humo en los contenidos de algún experto, no estáis obligados a seguirlo ni a seguir leyéndolo, buscad otros, los hay, lo agradecerán, aprenderás y será una mejor manera de compartir entre todos y darnos a conocer.
FONTE: PUROMARKETING
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